El punto de partida de esta premiada novela es un chifa donde dos amigos se reúnen a conversar, en la Caracas de los apagones de 2010.
Miguel Ardiles es psicoanalista y Matías Rye intenta ser escritor. Se conocieron cuando Matías fue paciente de Miguel, aunque los papeles se invierten cuando Miguel comienza a participar en un taller literario impartido por Matías.
La literatura los hermana por un tiempo. Rye siempre está empezando novelas policiales que luego no termina y Ardiles tiene la mala costumbre de grabar (y luego transcribir) los largos monólogos de sus pacientes sobre las causas de su depresión, casi siempre relacionadas con las del país.
Así, los relatos que se tejen y destejen en el diván y el taller, se van convirtiendo en la clave poética para entender lo que está pasando en Venezuela, y conducen a la historia de uno de sus más excéntricos autores.
Darío Lancini dedicó la mayor parte de su producción literaria a los juegos de palabras, especialmente a los palíndromos, como el que da título a su obra más famosa “Oír a Darío” (que se puede leer al derecho y al revés). Su accidentada biografía -que incluye la adhesión a grupos de vanguardia en la Caracas de medio siglo, una estadía de cinco años en la cárcel por participar en un acto guerrillero, y el largo exilio por varias capitales europeas- ocupa el centro de la novela.
Pero como todo palíndromo, la novela vuelve a su cauce original y volvemos a encontrar a Matías y Miguel después de un tiempo, cada vez más obsesionados por algunos crímenes violentos. The Night, como todo buena novela, mezcla géneros como el policial y el biográfico, y explora uno de los grandes temas del arte: la memoria de un país devastado.
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